La OPS invita a preparar los alimentos con menos sal y dar sabor con hierbas como albahaca, orégano, cilantro, perejil, ajo, comino y una variedad de especias a nuestro alcance.
Una de las maneras más efectivas de contribuir en la reducción del riesgo de las enfermedades de corazón, consideradas hoy la principal causa de muerte en el mundo, es la reducción en el consumo de sal.
Así lo enfatizó la Organización Panamericana de la Salud (OPS) durante la Semana de Sensibilización sobre la Sal 2021, con el tema ¡Más sabor, menos sal!, en el que explicó que es posible como bien, rico al paladar, pero sin cantidades excesivas de este compuesto, conocido como cloruro de sodio.
Y como estamos en tiempos de pandemia, de permanecer protegidos en casa, los expertos consideran que este es un buen momento para realizar diversas preparaciones, compartir en casa en familia, y aprender que la sal se puede reemplazar con hierbas como albahaca, orégano, cilantro, perejil, pimentón, ajo, comino, pimienta y una gran variedad de especias de las que disponemos.
Así mismo, recomienda evitar el uso de salsas procesadas como las de soya y tomate; los aderezos para ensaladas que pueden contener “mucha sal oculta” o el exceso de cubitos de caldo, los que pueden ser reemplazados por caldos caseros con huesos de pollo.
Algunas acciones efectivas
La propuesta de la OPS para mejorar la salud cardiovascular en las Américas incluye una reducción progresiva de sal y que la proporción diaria esté por debajo de los 5 gramos, hasta llegar a 2 gramos en 2025. Esto resulta fundamental, porque se trata de una de las “intervenciones más costo efectivas para prevenir la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares”.
Para ello, sugiere:
1. La reformulación de productos alimenticios para que contengan menos sal/sodio y el establecimiento de niveles objetivo para el contenido de sal/sodio en alimentos y comidas.
2. El establecimiento de un entorno de apoyo en instituciones públicas como hospitales, escuelas, lugares de trabajo y hogares de ancianos, para permitir que se brinden opciones de alimentos que contengan menos sodio.
3. La realización de campañas de comunicación que promuevan un cambio de comportamiento y la concienciación sobre la reducción del consumo de sal.
4. La implementación del etiquetado en el frente del envase, para proporcionar información fácil de leer y de entender para los consumidores.
5. El seguimiento de la ingesta, los conocimientos, las actitudes y el comportamiento de la población de sal / sodio, y el contenido de sal / sodio del suministro de alimentos.
En las Américas, aproximadamente 1,1 millones de personas perdieron la vida en 2019 debido a una cardiopatía isquémica o coronaria, siendo la hipertensión arterial el principal factor de riesgo de enfermedades cardiovasculares: OPS.
Una herramienta clave
Con el fin de conocer la situación y las acciones en pro de este objetivo de reducir la ingesta de sal en la población, la OPS diseñó una herramienta interactiva que le ha permitido analizar datos y poder establecer que el 70% de los países de las Américas han incluido al menos una recomendación para reducir la ingesta de sal en sus políticas relacionadas con el control y la prevención de las Enfermedades No Transmisibles (ENT).
“La mayoría de ellos están alineados con las ‘mejores inversiones’ de la OMS, pero solo seis países tienen una política nacional específica e integral que incluye al menos tres de las cuatro. Argentina es el único país con una ley nacional especialmente orientada a reducir la ingesta de sodio”, explica la OPS.
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