El cuerpo debe eliminar con cierta frecuencia algunos desechos mediante la orina. No es bueno retener esta por mucho tiempo.
Se estima que más de un 6% de la población mundial es incapaz de ir al baño fuera de casa por diversos factores, como un sentimiento de asco o fastidio, temor a gérmenes nocivos o a ser observados o simplemente, porque “no hay nada mejor que la casita”.
En otro casos, el problema está en la falta de baños públicos en las ciudades y en la duda que se tiene sobre la higiene de los que hay.
Lo cierto es que esta costumbre de aguantarse puede ser nociva para la salud, e incluso se habla de paruresis (síndrome de vejiga tímida), relacionada con esa incapacidad de orinar con normalidad en baños o lugares públicos, y se considera una fobia social, y por eso hablamos con el doctor Pablo Gómez Cusnir, médico urólogo de la Universidad Nacional de Colombia, para que nos despeje algunas dudas.
SerSaludables.org:
¿Aguantar las ganas de ir al baño durante horas afecta la salud de la persona? ¿Cómo?
Dr. Pablo Gómez Cusnir: Sí, la afecta. Es importante entender que una de las funciones de la vejiga es servir de reservorio para guardar la orina. Este órgano está compuesto, entre otros, por fibras musculares, que cuando se sobreestiran aguantando mucho las ganas de orinar, pierden su capacidad de contraerse para eliminar la orina. Como consecuencia, queda orina retenida en la vejiga, favoreciendo la ocurrencia de infecciones. No es bueno retener por mucho tiempo el deseo de orinar.
¿Entonces, hay que ir al baño cuando el organismo lo demanda?
Sí, porque la orina es un producto de filtración de la sangre por el riñón; contiene sustancias que el cuerpo debe eliminar. La retencion crónica de orina puede dañar el riñón y, en cierta forma, intoxicar el cuerpo
¿Cuántas veces hay que ir?
La cantidad de veces que una persona debe orinar es muy variable entre un individuo y otro. Depende, entre otras cosas, de la temperatura del medio ambiente, de la cantidad y la clase de líquidos que se toman, porque, por ejemplo, el café o el té aumentan la producción de orina por el riñón.
¿Que recomendaciones puede dar para el uso adecuado de los baños públicos?
Los baños públicos, por ser lugar donde se depositan elementos de desecho del cuerpo que contienen bacterias, deben ser usados con máximo cuidado; hay que ir a lugares en donde sea seguro que los mantienen limpios, muy higiénicos, y siempre lavarse las manos antes y después de su uso; de igual forma, hay que colaborar botando los papeles y demás productos en las canecas adecuadamente demarcadas para este fin.
¿Cómo reducir el riesgo de infecciones?
El contacto con orina, materia fecal o secreciones que produce el cuerpo puede ser origen de infecciones, de ahí la recomendacion de aseo y desinfección periódica de los baños. Es decir, hay que asegurarse de utilizar baños limpios e higiénicos, y no aguantar las ganas de orinar.
Y para prevenir o disminuir la frecuencia de las infecciones urinarias, lo importante es tomar algunas medidas, como un adecuado consumo de líquidos en 24 horas (6 a 8 vasos), cuidadoso lavado de manos después de ir al baño; no aguantar las ganas de orinar por tiempo prolongado, ojalá hacerlo dentro de la hora siguiente a que se presente el deseo.
¿Es cierto que estos baños pueden aumentar el riesgo futuro de incontinencia?
No. El uso de baños públicos no aumenta el riesgo de incontinencia, este es otro tema diferente y tiene sus causas específicas.
Se debe consultar con el médico cuando existan síntomas de mal funcionamiento del riñón o la vejiga, como molestia o dificultad para orinar, aumento excesivo de la frecuencia para orinar, pérdida involuntaria de orina, sangre en la orina u olor muy fuerte.
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