Con un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado, los niños pueden llevar una vida normal, hacer ejercicio y evitar las crisis que suele ocasionar la enfermedad.
Trescientos millones de personas sufren de asma en el mundo, una condición que es considerada la enfermedad crónica más frecuente en los niños, y que no respeta rango, sexo ni condición social.
Pese a su frecuencia e impacto, aún persisten muchas dudas, mitos y temores sobre el asma, incluso verdades a medias que llevan a un diagnóstico erróneo o, en el caso de los padres, a dudar si darle un medicamento o no a sus hijos, suspender este a mitad de tratamiento o preferir solo remedios caseros.
Dada la importancia del tema, SerSaludables.org entrevistó a la doctora Patricia Panqueva, neumóloga pediatra de la Clínica La Colina, quien nos aclara las dudas al respecto.
SerSAludables.org:
¿Qué podemos decir de la enfermedad en Colombia?
Dra. Patricia Panqueva, neumóloga pediatra de la Clínica La Colina: El asma es una enfermedad heterogénea, significa que son muchas las causas, y especialmente en los niños suele ser más de tipo alérgico. Se estima que en Colombia entre el 10 y el 14% de la población puede sufrir de asma bronquial. En niños, durante los primeros años predomina más en los hombres y después se iguala en la edad escolar, y más o menos en la adolescencia ya empieza a predominar más en las mujeres, como en los adultos; pero, inicialmente son los niños varones quienes sufren más de asma.
¿Cómo sabe un papá que el niño tiene síntomas de asma para un diagnóstico oportuno?
Normalmente suele empezar desde muy pequeños y los síntomas consisten en tos y dificultad para respirar. Esos son los principales. Pero, en los niños también se puede manifestar con tos, vómito o cuadros recurrentes de gripa asociados a dificultad respiratoria. Que ‘recurran’ (sean frecuentes) es lo más importante, situación que no debe ignorarse o pasarse por alto.
Más grandecitos, la tos con el ejercicio es uno de los síntomas que llama mucho la atención. Suele asociarse también a que muchos de estos niños que tienen rinitis alérgica, eso significa que, ante cambios de temperatura o contacto con animales, pueden tener mocos o tos recurrentes.
¿Se puede confundir con otras enfermedades?
El asma se puede confundir con muchas enfermedades de origen respiratorio, como la misma rinitis alérgica. A veces, con tuberculosis y hasta con enfermedades como la fibrosis quística. De ahí la importancia de un diagnóstico preciso y oportuno, para poder brindarle el tratamiento adecuado.
El asma es una enfermedad crónica que se caracteriza por ataques recurrentes de disnea y sibilancias, que varían en severidad y frecuencia de una persona a otra. Los síntomas pueden sobrevenir varias veces al día o a la semana, y en algunas personas se agravan durante la actividad física o por la noche, indica la OMS.
¿A propósito de este tema, cómo es el manejo del asma en la actualidad?
Utilizamos normalmente broncodilatadores, para dilatar un poco los bronquios y que la secreción pueda salir, teniendo en cuenta que normalmente el asma se caracteriza porque hay una obstrucción de los bronquios, que se cierran; entonces, los broncodilatadores lo que hacen es ayudar a abrir, y además, es una enfermedad que es inflamatoria, y para eso tenemos que utilizar medicamentos antiinflamatorios, siendo los principales, los corticoides, que se utilizan de forma inhalada cuando son de uso diario o ambulatorio.
¿La gente suele creer que estos tratamientos causan adicción, cómo se ha ido despejando ese mito?
La gente se asusta mucho cuando uno usa medicamentos inhalados, porque consideran que no es una vía usual, normal; porque la normal suele ser siempre la vía oral, pero los medicamentos inhalados tienen una gran ventaja y es que se absorben muy rápido.
En el caso de los inhaladores en el asma, este tema sigue siendo un mito. Lo importante es explicarles con claridad a los padres de qué se trata y qué se busca con la terapia inhalada, y cómo esta permite que el medicamento actúe mucho más pronto, porque llega al sitio de acción más rápido.
Lo otro que debemos explicar es que no son dosis altas, sino mínimas, pequeñas, adecuadas. La gente tiene temor simplemente porque no es la vía usual para dar a un niño medicamentos.
¿Qué consejos les da a los padres que tienen un niño con asma?
Normalmente un niño con asma debe estar controlado. El tratamiento tiene como objetivo lograr una función pulmonar adecuada y para eso necesitamos los medicamentos adecuados, que dilatan los bronquios; también se busca que el niño esté controlado y que pueda hacer ejercicio para tener una vida común y normal como cualquier otro niño.
Cuando un niño no está controlado, las crisis se empiezan a repetir con frecuencia y también empieza la tos con el ejercicio, entonces los papás tienen temor de dejarlo jugar o que haga su vida normal por el miedo a alguna crisis, pero eso no es necesario, porque lo que uno busca con un paciente con asma, es tratarlo y que esté controlado, que pueda hacer ejercicio y que pueda tener una vida normal y corriente. ¡Que el niño pueda ser niño! Y eso es posible en la actualidad.
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