Algunas personas prefieren las cámaras a exponerse al sol, por lo que se habla del cáncer de piel. Sin embargo, cometen un error.
La doctora Dawn Davis, dermatóloga de Mayo Clinic, en Rochester, Minnesota, explica que la exposición a la luz ultravioleta (UV) ocasiona daños en la piel, sea por medio de una cama de bronceado o de la luz solar natural.
Afirma que “el tipo de radiación ultravioleta emitida por la mayoría de las camas de bronceado se llama UVA y no solo envejece prematuramente la piel, sino que le produce más arrugas y manchas”. Esto, sin contar que aumenta el riesgo de cáncer de piel, incluido el melanoma, que es el más mortal.
En el mundo se han fortalecido las campañas de educación y prevención, para que los menores de 18 años no usen estas cámaras de bronceado, incluso los adultos tampoco deberían utilizarlas.
Aconsejan cuidar la piel, protegerla del sol, utilizando un protector solar de amplio espectro, con factor de protección solar (FPS) de por lo menos 30, y volver a aplicarlo con frecuencia.
