Al ser objetos extraños para el ojo, es fundamental tener cuidado con su higiene, su manipulación y su correcto uso, con mayor razón si estos son estéticos o recreativos.
Para muchas personas son indispensables y les permiten corregir sus defectos refractivos (miopía, hipermetropía o astigmatismo); para otros se han vuelto una moda, convirtiéndose en parte de su vestuario o infaltables como su celular, mucho más cuando no están a gusto con el color de sus ojos o piensan que si tan solo los tuvieran más claros o fueran más llamativos, su vida mejoraría.
Sí, hablamos de los lentes de contacto que hoy juegan un papel muy importante no solo para mejorar los problemas de visión y no tener que usar gafas, porque incomodan para realizar cierto tipo de tareas o simplemente porque no les gustan; sino como elemento estético o de uso recreativo, que es la tendencia, no por ello superficial o sin importancia.
Existe una variedad muy amplia de colores, desde los más naturales, como el marrón o el gris, hasta los más llamativos, como el rojo o el violeta, que son más usados en fechas como halloween o para filmar cierto tipo de películas, como las de la saga Crepúsculo basada en las novelas de la autora estadounidense Stephenie Meyer.
En muchos países los lentes de contacto estéticos son de venta libre, pero en otros como en Estados Unidos se requiere una autorización de un médico especialista para poder adquirir este producto, así sean solo estéticos y no tengan ninguna fórmula médica, y en Colombia, el Invima ha reiterado que:
“Son dispositivos médicos que entran en contacto con tejidos de la córnea” y deben ser de la mejor calidad, así como “contar con registro sanitario, para garantizar la seguridad, la eficacia, la calidad del producto y la seguridad de la persona”.
No son para todos
Es importante pensar en las ventajas y desventajas que el uso de los lentes pueden traer, porque no a todas las personas les parecen más cómodos que las gafas o sencillamente no se adaptan a ellos.
Pero, no solo eso. Claramente y aunque estén de moda, los lentes de contacto no son para todos. “Están contraindicados en pacientes con infecciones oculares activas, ojo seco severo y en pacientes intolerantes a los lentes de contacto”. Son recomendados, entonces, para “pacientes que presenten una superficie ocular sana, una adecuada hidratación corneal y que estén dispuestos a usarlos”, precisa el doctor Marcel Yecid Ávila Castañeda PhD, médico oftalmólogo.
De igual forma, hay que aprender sobre sus cuidados y buen uso. Por ejemplo, se tienen que limpiar diariamente (a no ser que sean desechables) con líquidos especiales, ya que si no se lleva una rutina de limpieza correcta existe la posibilidad de contraer infecciones. Y esta empieza con el correcto lavado de las manos antes de manipular los lentes, sea para colocárselos o quitárselos o para limpiarlos.
Un tema fundamental es seguir las indicaciones de su oftalmólogo sobre uso, pero también sobre si puede o no dormir con ellos, sobre cada cuánto debe cambiarlos, y no olvidar que es inconveniente “frotarse los ojos, porque esto podría provocar una deformación de la córnea”, afirma el doctor Ávila Castañeda PhD.
Escrito por Tatiana Ibáñez Vargas
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