Colombia intensifica la lucha contra la resistencia antimicrobiana

Es uno de los siete países de América Latina que recibe asesoría y apoyo económico de la Unión Europea, con el respaldo de la OPS, la OIE y la FAO.

Como una pandemia desatendida, menos mediática que la COVID-19, pero que también incrementa la mortalidad, y que es hoy un serio problema de salud pública, califica Germán Esparza, microbiólogo clínico, la problemática de la resistencia antimicrobiana que se vive en el mundo, y Colombia no es la excepción.

Se trata de un flagelo que no solo afecta la salud humana, sino animal y ambiental, con genes de resistencia que contaminan el agua, los suelos para cultivo y los alimentos de origen vegetal y animal, por lo que el abordaje de esta situación debe ser integral.

Sobre este tema, Germán Esparza, consultor nacional de resistencia antimicrobiana y fellow de investigación del programa SORT IT de la OPS/OMS, habló para SerSaludables.org:

¿Por qué es tan delicado este tema de la resistencia antimicrobiana (RAM) en salud humana?

GE: Entre otras cosas, porque compromete la continuidad de muchos procedimientos que son vitales para la salud de la población, entre ellos, trasplante de órganos, cirugías de alto impacto, supervivencia de pacientes en las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI), tratamientos inmunosupresores para cáncer, etc.

Es un problema real que sigue avanzando y que nos lleva a tomar acciones, porque si no, en unos años no tendremos antibióticos disponibles para el manejo de las infecciones, ni siquiera las más comunes.

¿La pandemia generada por la COVID-19 ha empeorado esta situación?

GE: Sí. Lamentablemente, la RAM se ha visto potenciada por la COVID-19, porque ahora los pacientes reciben más antibióticos que antes y por periodos más prolongados; antibióticos del más alto espectro y terapias combinadas. Estos no solo presionan la selección de bacterias resistentes, sino que además pueden tener efectos tóxicos, por ejemplo, dañar los riñones, los oídos y el hígado, entre otros órganos.

¿Qué se está haciendo para abordar esta problemática?

GE: En Colombia se ha venido trabajando fuertemente en diversos programas, principalmente en la resistencia antimicrobiana en salud humana y sanidad animal, y en 2018 se publicó el Plan Nacional de Respuesta a la Resistencia a los Antimicrobianos, producto de un trabajo multisectorial.

A partir de 2020 se viene trabajando en la consolidación de un programa integrado, desde el enfoque de ‘Una salud’, con el respaldo económico y de asistencia técnica de la Unión Europea, así como la asesoría y acompañamiento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), en un proyecto de cooperación que será muy benéfico para el país.

Se trata de Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos, un proyecto para el cual se conformó una mesa intersectorial integrada por el Ministerio de Salud y Protección Social (MSPS), el Instituto Nacional de Salud (INS), el Instituto Nacional para la Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (AGROSAVIA) y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR).

“Instituciones relacionadas con la salud humana, ambiental y animal se integran en la Mesa Intersectorial, en un proyecto de cooperación que representa múltiples beneficios para el país».

Menciona Usted que este proyecto colaborativo y multisectorial, que apoyan la UE, la OPS y otros organismos, beneficia a Colombia, ¿cómo?

GE: Colombia ha venido trabajando por más de 10 años en políticas públicas para el control de la RAM. La OPS/OMS ha prestado asesoría y acompañamiento en este proceso. Como fruto este esfuerzo, se generó el Plan Nacional para el control de la RAM, que se enfoca en líneas de acción que buscan mejorar el conocimiento, la investigación y la innovación, el uso prudente de los antimicrobianos y el control y la prevención de infecciones. Este proyecto permitirá fortalecer las líneas de acción mediante el apoyo económico y la asesoría técnica de las entidades, priorizando las acciones más relevantes y empleando los resultados de este trabajo para la generación de políticas públicas que permitan mitigar la RAM en el país.

Entendemos que este 2021 tienen un reto grande en el estudio de la Salmonella, ¿de qué se trata?

GE: La Salmonella es una bacteria que causa principalmente infecciones intestinales; algunas veces severas y con alta mortalidad. Esta bacteria puede transportar genes de resistencia a los antibióticos y se mueve en todos los sectores (humano, ambiental y cadena alimentaria). Su estudio permitirá no solo conocer el panorama de la resistencia a los antibióticos de forma transversal, sino generar, además, estrategias de mitigación de esa resistencia en todos los sectores, para trabajar de manera armónica.

GERMÁN ESPARZA, microbiólogo clínico, consultor nacional de resistencia antimicrobiana y fellow de investigación del programa SORT IT de la OPS/OMS.

¿Qué otros retos tiene Colombia en el marco del proyecto Trabajando juntos para combatir la resistencia a los antimicrobianos, con el enfoque ‘Una salud’?

GE: Algunos de los retos que tiene el país con este proyecto, y en general en el control de la RAM, son:

1. Fortalecer el trabajo en equipo con el sector ambiental y generar conocimiento sobre el estado de la RAM en esta área.
2. Consolidar la información a través de una plataforma en tiempo real, para la generación de resultados y la toma de acciones.
3. Contar con un minisitio web para publicar y visibilizar la información sobre RAM, que se pueda consultar libremente y que sirva de base para generar investigación, nuevo conocimiento y políticas públicas para hacer frente a esta problemática.
4. Fortalecer las áreas de farmacovigilancia y uso apropiado de medicamentos antibióticos a nivel veterinario y humano.
5. Trabajar con la comunidad para crear conciencia sobre el impacto de la RAM, que entienda los peligros de automedicarse, la necesidad de hacer un uso adecuado y racional de los antibióticos, así como la disposición final de sus residuos.

¿Precisamente, hablando de la comunidad, qué consejos podemos darle para que contribuya en la lucha contra la resistencia antimicrobiana?

GE: El trabajo con la comunidad es definitivo para retrasar la selección de bacterias resistentes y cortar su cadena de transmisión. Algunos consejos son:

1. Hacer un uso responsable de los antibióticos en casa. No compartir estos medicamentos con familiares, amigos ni vecinos.
2. Seguir las indicaciones de los médicos y no automedicarse. Respetar esquemas de duración y dosificación de los tratamientos.
3. Hacer una adecuada disposición final de los residuos de medicamentos.
4. Acudir a mecanismos de prevención de enfermedades (incluyendo la COVID-19), como la vacunación, el distanciamiento físico, el uso adecuado de tapabocas, la limpieza y desinfección de superficies de alto contacto y la higiene de manos.
5. Mejorar los hábitos de preparación y consumo de alimentos para prevenir la infección y transmisión cruzada de bacterias resistentes.
6. Evitar la automedicación en mascotas y el uso innecesario de antibióticos en animales de compañía. No deben utilizarse medicamentos de uso humano en mascotas, pues tienen efectos secundarios, desde leves hasta graves, y pueden seleccionar bacterias resistentes que causan infecciones posteriores, y no olvidar lavar las manos con agua y jabón luego de jugar con las mascotas y siempre después de recoger sus desechos.

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