El lavado de manos salva vidas

Los gémenes sobreviven hasta 30 horas en las superficies, lo que prolonga la cadena de contagios. Los padres, los primeros llamados a concientizarse y dar ejemplo.

Puede sonar trivial o puede parecer tan sencillo que no se le pone la verdadera atención a la importancia del lavado de manos, eje de múltiples campañas de la Organización Mundial de la Salud, del Ministerio de Salud y Protección Social en Colombia, de expertos infectólogos y pediatras, y de todo el personal de salud.

Incluso, habrá una que otra mamá ‘recansona’ con el tema, como dicen sus hijos. La realidad es que si todos adquiriéramos conciencia sobre ello estaríamos contribuyendo enormemente en la prevención de muchas enfermedades.

“El lavado de manos definitivamente salva vidas, aunque suene a frase de cajón, pero es definitivo. Los gérmenes pueden sobrevivir hasta 30 horas en una superficie. Miremos un ejemplo común: si tocas ese pocillo y tenías gripa, acabaste de toser y tosiste en tu mano, ahí queda. Yo cojo el pocillo para retirártelo, y si no me lavo las manos antes de ver un paciente ahí lo transmití…

Se genera una bola que se va creciendo y creciendo”, dice la doctora Marcela Murillo Galvis, Pediatra de la Pontificia Universidad Javeriana y del Hospital Universitario San Ignacio (HUSI), servicio de Hospitalización.

Ese es el problema, insiste la especialista: “Los gérmenes sobreviven y sobreviven y esto representa un alto riesgo de contagiosidad”, y es por ello que todos debemos prestar atención a esta sencilla costumbre, para reducir el riesgo de infecciones asociadas a la atención sanitaria (IAAS).

Tenga precaución

Dada la importancia del tema, en 2009 se creó un movimiento social mundial, a través de la campaña ‘Salve vidas: límpiese las manos’, encabezado por la OMS e inicialmente dirigido a los trabajadores de la salud. Luego, se estableció el 15 de octubre como el Día Mundial del Lavado de Manos, para complementar los llamados, los mensajes y la concientización.

Así, esta iniciativa, que es la continuación natural del primer ‘Reto Mundial por la Seguridad del Paciente: Una atención limpia es una atención más segura’, no solo corresponde al personal de salud, aunque son ellos quienes hoy dan ejemplo en su vida diaria y aconsejan a los pacientes y familiares cómo hacerlo, en una cadena que se espera se multiplique cada vez más.

Esto, sin duda, tiene resultados positivos. Por ejemplo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) señala que “el lavado de manos con jabón es una actividad que salva vidas, una ‘vacuna’ que uno mismo puede aplicarse”, y cita el caso de la enfermedad diarreica aguda, de las más comunes y preocupantes en la población infantil, que podría reducirse en un 47% con el lavado adecuado de las manos.

También, el Ministerio de Salud y Protección Social en Colombia, explica en sus campañas que “el lavado de manos con agua y jabón interrumpe la cadena de transmisión de enfermedad diarreica aguda, neumonía, enfermedades de la piel, enfermedades de los ojos y parasitismo intestinal”.

Así, si todos lavamos las manos después de ir al baño y antes de manipular alimentos y de comer, entre otros momentos, protegemos nuestra salud y la de quienes nos rodean.

“Es una de las maneras más efectivas y económicas para prevenir enfermedades diarreicas y respiratorias, responsables de la mayoría de muertes infantiles”, indica la OPS.

Por eso, hay mensajes directos dirigidos a padres y madres, porque son piezas fundamentales en la educación y la salud de los niños menores de 5 años.

Mensajes que indican la urgencia de lavar sus manos:

1. Antes de alimentar a los niños.
2. Antes de amamantarlos.
3. Antes y después de prepararles la comida, especialmente cuando se manipula carne cruda, pollo o pescado.
4. Tras usar el baño o ayudar a limpiar a un niño, o bien después de cambiarle los pañales a un bebé.

Hay que saber hacerlo

La doctora Marcela Murillo Galvis explica que tomar conciencia de este tema es vital, pero que no sirve mucho si el aseo se hace de manera incorrecta, por ejemplo, medio tocar el jabón, hacer una fricción rápida y juagar, y si tenemos afán peor.

No es así. Debe durar al menos un minuto, y uno debe mojarse primero con agua, o al menos tener un contacto con el agua, luego de haberse retirado anillos, pulseras, todo, y seguir los otros pasos de una técnica del lavado de manos, que debe durar entre 40 y 60 segundos (Minsalud):​

1. Mójese las manos con agua.
2. Deposite en la palma de la mano una cantidad de jabón suficiente para cubrir la superficie de las manos.
3. Frótese las palmas de las manos entre sí.
4. Frótese la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda, entrelazando los dedos y viceversa.
5. Frótese las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados.
6. Frótese el dorso de los dedos de una mano con la palma de la mano opuesta, agarrándose los dedos.
7. Frótese con un movimiento de rotación el pulgar izquierdo, atrapándolo con la palma de la mano derecha y viceversa.
8. Frótese la punta de los dedos de la mano derecha contra la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación y viceversa.
9. Enjuáguese las manos con agua.
10. Séquese las manos con una toalla de un solo uso.
11. Utilice la toalla para cerrar el grifo.

En las manos habita una flora muy grande, entre ella hay gérmenes que transmiten enfermedades y que pueden ser graves, por ejemplo, para los bebés. Por eso, hay que insistir e insistir en el lavado adecuado de manos, estrategia que hoy lideran más de 40 países.