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El mal dormir de los Colombianos

by Ser saludables
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La higiene del sueño, relacionada con el estilo de vida, es fundamental para descansar adecuadamente y reducir el riesgo de fatiga, irritabilidad y hasta de problemas del corazón. Hoy, Día Mundial del Sueño.

Entre el 35 y 40% de los colombianos tienen la sensación de que su sueño no es placentero ni relajante, pero la mayoría no le da ninguna importancia e incluso ven situaciones como roncar con algo de humor o le sacan el chiste.

Es más, según la Encuesta Mundial Anual sobre Sueño, de Royal Philips, presentada al celebrarse el Día Mundial del Sueño, si bien un 77% de encuestados (11.006 personas de más de 12 países) reconoce que el sueño tiene un efecto sobre la salud, el 62% admitió que duerme ‘solo algo bien’ y el 44% afirmó que su sueño ha empeorado en los últimos cinco años.

La mala higiene del sueño es una de las causas importantes de esta situación, generada por los hábitos propios del mundo moderno y de la globalización, entre los que se cuentan los aparatos tecnológicos y los chats, que han retrasado por lo menos dos horas el tiempo de irse a la cama.

Lejos de ser algo sin importancia, no dormir bien representa un problema de salud, dado que incide sobre el funcionamiento biológico y el estado emocional de las personas, afecta los sistemas inmune y endocrino, la memoria y otras funciones cognitivas, y eleva el riesgo de enfermedades metabólicas y mentales, así como de accidentes.

Por eso hoy, al celebrar el Día Mundial del Sueño, las autoridades de salud y la Asociación Mundial del Sueño quieren llamar la atención sobre el tema, y para ello han escogido como lema ‘Duerme bien en tu juventud y tendrás una vejez saludable’, reafirmando que este hábito se da desde el hogar y en los primeros años, y que se mantiene toda la vida.

“Para lograr dormir adecuadamente se necesita mantener un equilibrio biológico, psicológico y social”, señala el doctor Rafael Lobelo, neumólogo somnólogo, director de la Clínica del Sueño de Colsánitas. Biológicamente se refiere al estado de salud, y está relacionado con su nutrición, control del peso, ejercicio, hábitos saludables de vida. “Lo psicológico y social hacen parte del entorno, y todos esos factores que nos generan exceso de trabajo y estímulos fuertes y persistentes a las 12 de la noche, como el computador, el televisor, la lectura, el estrés por el rendimiento o los retos laborales, afectan nuestro dormir”.

no dormir bien representa un problema de salud, dado que incide sobre el funcionamiento biológico y el estado emocional de las personas


¿Cuándo consultar?

Quienes no duermen lo suficiente y de la forma adecuada, comienzan a tener dificultades para concentrarse, para seguir un trabajo y mantener un equilibrio emocional; son obsesivos y llegan a tener una tendencia excesiva a dormirse o necesitan tomar té o café para mantenerse activo, y van incrementando el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión y otros problemas.

Es importante consultar con el especialista, porque si bien podría tratarse de mala calidad del sueño, también podría haber una enfermedad de origen o desencadenante, y se debe establecer un diagnóstico preciso, en especial porque hoy, para muchos de estos problemas se tienen tratamientos que mejoran ostensiblemente la calidad de vida y reducen el riesgo de accidentes y de complicaciones.

“El estudio que más frecuentemente hacemos se llama polisomnograma de sueño, una evaluación de las variables neurológicas, respiratorias, cardiovasculares, de posición y de oxigenación durante la noche. Se analizan de manera simultánea, en los laboratorios de sueño o en casa, colocando unos cablecitos, y la persona lo único que tiene que hacer es dormir. Esta información se integra y se determina cuál es el problema principal que tiene el paciente”, precisa el especialista.

En los casos de insomnio, agrega, el polisomnograma no es el examen más importante, sino que se acude a otras herramientas, como la actigrafía, que permiten identificar cuál es el problema principal que le está impidiendo poder
dormir, al medir el tono muscular durante el día y la noche, evaluando la rutina de sueño.

Problemas frecuentes

Insomnio. Puede verse de dos formas, explica el doctor Rafael Lovelo, “una, como un síntoma que es muy frecuente por el estrés, por el trabajo, por las preocupaciones, por los dolores, por algo. Segundo, cuando hablamos del insomnio como enfermedad, es el más frecuente de los trastornos del sueño, y podría estar afectando entre el 10 y el 25% de la población, dependiendo del grupo de edad”.

Apnea del sueño. Unos 100 millones de personas pueden presentar este problema y, lo peor, hay un subdiagnóstico importante, precisa Diana Paola Arévalo, especialista de la Clínica del Sueño de Philips. Ocurre, “porque se genera un colapso en la vía aérea superior, y nos dice la Academia Americana de Medicina del Sueño, que ‘son episodios constantes y repetitivos de obstrucción parcial o total de nuestra respiración mientras dormimos’, como consecuencia de no poder oxigenar muy bien nuestro cuerpo, llevando a complicaciones y deterioro en la función cognitiva, depresión, pérdida de memoria, irritabilidad, complicaciones cardiovasculares, y repercusiones en la productividad de las personas”.

Fenómenos neurológicos. Dentro de este grupo está el movimiento de piernas que tienen algunas personas mientras duermen, con sacudidas bruscas, como si estuvieran pateando, lo que genera una activación del cerebro cada que esto pasa, al levantarse hay cansancio y agotamiento. Es más frecuente en la población adulta y en la vejez, y se confirmar con la polisomnografía.

Parasomnias. Son problemas derivados de la estructura del sueño, “fenómenos que ocurren directamente en cada etapa del sueño, e incluyen el sonambulismo, los terrores y las pesadillas, en donde los pacientes tienen activaciones cerebrales estando dormidos”, señala el doctor Lobelo.

En el primer caso, en ciertas partes del sueño se ‘despierta’, como ocurre con el sonámbulo, y “no agrede ni se agrede así mismo, sino que empieza a tener conductas automáticas bien elaboradas: se levanta, camina, es capaz de abrir una puerta, una nevera, pero luego no recuerda nada. Es imposible de ser recordado”

Los terrores, entre tanto, generan activaciones muy enérgicas en pacientes que tienen sensaciones de sueños fuertes, que se levantan gritando, muy activos, con mucha sudoración. Son frecuentes en niños y en población adolescente, y angustian más a los padres, porque los menores, sobre todo los más pequeños, no recuerdan posteriormente nada.

Hipersomnia. Hay pacientes que presentan un sueño excesivo, se duermen con facilidad enorme en el día, cinco o seis minutos de sueño que pueden ser mortales, según su trabajo y su responsabilidad. El ejemplo más grande es la narcolepsia, una enfermedad en donde el paciente no puede contener ese sueño porque tiene deficiencia de hipocretina, que ayuda a estar en vigilia.

Mejore su higiene del sueño

El hecho de que a un gran porcentaje de la población se le haya olvidado lo importante que es dormir en la noche, se ha convertido en un problema serio que genera no solo una pobre actividad intelectual durante el día, sino que expone a accidentes y eleva el riesgo de algunas enfermedades cardiovasculares e incluso se ha encontrado relación entre la falta de sueño y la diabetes tipo 2, como lo precisa la Fundación Nacional del Sueño, de Estados Unidos.

La prevención, aseguran los especialistas, inicia con la higiene del sueño, que incluye una serie de actividades que deben ser respetadas durante la noche para que el cerebro entienda que debe dormir, reparar actividades.

  1. En las noches, la alimentación debe ser suave.
  2. Se debe eviar el ejercicio pesado antes de ir a dormir. Este debe dejarse para las mañanas.
  3. Procurar dormir y levantarse siempre a la misma hora es una estrategia clave. La recomendación en el primer caso, es dormirse hora y media antes de las 12 de la noche.
  4. La habitación debe ser cómoda, con una temperatura adecuada; un sitio tranquilo.
  5. Es importante abandonar costumbres modernas como las de convertir el cuarto y la cama en otra ‘oficina’, y dormir sin computadores, ni celulares, ni tabletas, para que ese ambiente estimule el deseo de dormir.

¿Cuántas horas dormir?

Recientes estudios, como el realizado por investigadores del Instituto Cerebro y Mente de la Universidad de Western Ontario, en Canadá, considerado el más completo sobre el tema, indican que las horas de sueño normales, independientemente de la edad, en los adultos sanos mayores de 18 años, es de 7 horas promedio.

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